Los responsables de Fent Linux, dedican su quinto Magazine a las particiones de disco duro y me ha gustado tanto la frase que han usado en la portada que no he podido reprimirme a escribirla por aquí:

Si hay que particionar, mejor hazlo con [gnu]Linux

Grandísima la frase. ¡Y qué gran verdad! Y es que yo no había particionado en mi vida un disco duro hasta iniciarme en el mundillo linuxero. Sabía de la existencia de programas para particionar el disco, pero ni lo había considerado necesario, ni me había llamado especialmente la atención la posibilidad de hacerlo. Pero claro, un día entró en mi vida el famoso pingüino y todo aquello de las particiones empezó a tener sentido.

Y es que usar una distribución de Linux sin particionar el disco duro es como jugar un partido al PES con Austria (para probarlo está bien, pero ni de broma si lo que buscamos es jugar un partido en serio). Para eso ya existen los live-cds, para PROBAR una distro determinada, pero si queremos disfrutar del verdadero potencial del sistema tendremos que hacer una instalación limpia con sus correspondientes particiones.

Ya he explicado en numerosas ocasiones las particiones necesarias y la función de cada una de ellas en los distintos tutoriales de instalación de Linux que se han ido publicando por aquí [1, 2, 3, 4].

Para crear y formatear particiones, existen programas como el famoso Partition Magic, que está disponible para diversas plataformas, pero desde luego nada como hacer una partición mediante el Gparted, el QTParted (un clon del Partition Magic para Linux) o directamente a través de la Terminal con programas como fdisk o cfdisk.

Aunque pensándolo bien, y tratando de ser objetivo:

En general, si necesitar hacer algo con tu PC, mejor hazlo con [gnu]Linux