He de pedir disculpas por la poca actividad del blog en las dos últimas semanas, pero se han juntado mis (creo que merecidas) vacaciones con mi reciente traslado a la ciudad de Granada, donde (para los interesados) voy a fijar mi residencia al menos durante el próximo año.
Que ningún jabbadicto se preocupe, porque en cuanto me termine de instalar por aquí haré todo lo posible por seguir suministrando vuestra ansiada dosis diaria de GNU Linux, Mac OS y por supuesto las noticias más relevantes del mundillo del software libre ;)
Y es que como dice el famoso verso de Francisco de Icaza (cuyas primeras palabras dan título a esta entrada):
Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada.
Je, si nos sale poeta y todo. Por cierto, ¿sabes de qué me acusan algunos? De lanzar bombas de humo para escapar. Pero creo que hay alguien que me supera en eso ;)
Hay algo peor que ser ciego en Granada.... aunque ahora que estás tú alli...a lo mejor si es lo peor..jeje
Un besito granaíno!